miércoles, septiembre 10, 2008

Vender alegría

Con todo el optimismo, la alegría y la felicidad que me han embargado esta última temporada y el ambiente festivo que engalana a cada paso mi ciudad, no debería sentirme como ahora me siento..Ni el recuerdo de los tres días inolvidables que pasamos juntos en la playa ni la cantidad de preciosos instantes atesorados últimamente, ni el hecho de encontrar respuestas a muchas dudas ni tan siquiera el modo de cambiar para bien determinadas actitudes hasta entonces consideradas como adecuadas..Nada absolutamente nada de esto es capaz de levantarme el ánimo..Y es que a este día le ha faltado el sosiego y la serenidad, y le han sobrado otras muchas cosas. Lo de vender alegría creo que lo dejaré para días venideros..

3 comentarios:

  1. Anónimo5:53 p. m.

    hola, perdona si te ha moletado que haya entrado en tu pensamientos, pero he leido parte de lo que escribes, y realmente me sorprendes, tienes mucho que decir, mucho que demostrar, y mucho que dar, la alegria no se vende, la alegria nace, un saludo y hasta siempre, sigue escribiendo, quizas un dia te vuelva a leer, un beso

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  2. Veo que sigues igual. A veces te leo y me veo reflejado. Y eso q te descubrí por ella. En fin. Muchos ánimos.

    Un abrazo.

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  3. Rosa, molestia ninguna, de veras. Espero verte a menudo por aquí..Principito, si me descubriste por ella, algo bueno tuvo no? Ya me lo contarás con detalle. Un abrazo enorme desde el paraíso..

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