domingo, diciembre 26, 2004

Una cena inolvidable

Si de los veinticinco que somos de familia descontamos a aquellos que debían cumplir con sus familias políticas, quedábamos dieciocho para celebrar la Nochebuena..Mientras sonaba la música, uno cortaba jamón, otro el pan..Otro preparaba los canapés y entre varios se ponía la mesa..Bendita la hora en que a alguno se le ocurrió sugerir que podíamos ponernos una copita (cubalibre para los de la generación anterior..) para ir calentando motores.. Empezaron las botellas de whisky, de ginebra y de ron a rondar de uno a otro. Nos empezamos a calentar a fuego lento..Llegaron sin tardar las risas, los bailes, las gracias del abuelo y la cara de estupefacción de la abuela al ver que de todo lo que se estaba preparando, nada iba a parar a la mesa..Allí mismo estábamos dando cuenta de todo ello..Total, que con cuatro o cinco copas (cubalibres en algunos casos) decidimos que lo de sentarse a comer ya era algo absurdo. Y allí seguimos, de pie, con nuestras bebidas y comiendo de una manera completamente informal, pero sobretodo, disfrutando y riendo mucho, rozando en algunos ratitos eso que llaman felicidad..Una cena de Nochebuena sin sentarse a cenar a la mesa..Una cena muy peculiar, realmente inolvidable..

2 comentarios:

  1. so borrashooooooooooo k ereh un borrashoo! pobre yaya..jajaja, a saberr la guerra k le dariais..jajaja
    MUA MUA REMUAAAAAAAAAAA

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  2. Me alegro muchisimo te mereces estos momentos de felicidad!!

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