viernes, septiembre 10, 2004
Mensaje en una botella
Algunos días no tengo vida..Dedico el día única y exclusivamente a trabajar..Llego tan cansado a casa que normalmente ni ceno, y no tardo más de 15 minutos en estar metido en la cama..Ni decir tiene que caigo completamente rendido, y lo que tardo en estar ya dormido es realmente un suspiro..Pero al instante de meterme en la cama, cojo por banda el móvil y me recorro la agenda de principio a fin..Suelo mandar unos 10 o 12 mensajes a distintas personas..Dejo el móvil, me doy mediavuelta y a dormir se ha dicho, que mañana será otro día..Me siento entonces como un naufrago que ha tirado sus botellas al mar, pidiendo auxilio, a la espera de que alguien sepa que aún sigo ahí, que al fin y al cabo, sigo viviendo..
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Ayer fue uno de los peores dias que recuerdo ultimamente. Broncas, discusiones sin sentido, frustracion. Y al igual que tu, antes de acostarme, mando un mensaje a quien mas me importa, sabiendo que tarde o temprano llegara una respuesta que me incite a seguir luchando cuando todo parece carecer de sentido. Y por la mañana te despiertas como si todo lo ocurrido fuese un sueño.
ResponderEliminarLo más bonito de hacer eso con los mensajes es cuando uno se levanta por la mañana y has recibido contestación de alguno de ellos..Se afronta el día de otra manera..Hay algunos que nunca son contestados..Supongo que es que esas botellas aún no han llegado a tierra firme..
ResponderEliminarLas que envias a un destino seguro siempre llegan, y retornan a ti con animos para afrontar el nuevo dia
ResponderEliminarPues yo las arrojo al mar abierto..Allí, creéme, que no hay destino seguro
ResponderEliminarConozco a la perfección esa sensación; por lo menos las arrojas, en lugar de almacenarlas a tu lado, en la orilla. Aunque también es terrible confiarse a la inmensidad del mar, tan traicionero en ocasiones.
ResponderEliminarPd: yo también abuso, con placer, de los puntos suspensivos. ;)