martes, septiembre 21, 2004

Aquel

Aquel día amaneció gris..Gris como el color de nuestros corazones desde hacía unos días..El caso es que aquel día tenía toda la pinta de ser el último en el que quedaran sueños por compartir..Los lazos que nos unían se habían desatado ya casi definitivamente, y aquel mundo que habíamos imaginado juntos se nos venía abajo de manera sorprendente..Aquel día yo dejaba su ciudad..En mi, sólo revoloteaba la sensación de que jamás volvería allí, al menos del mismo modo en que tantas veces estuve..Ella se levantó para despedirse..Se empeñó en prepararme un bocadillo para hacer más ameno el largo viaje que me esperaba, nos despedimos y abandoné aquel lugar..Durante varias horas pensé en tirar aquel bocadillo a la basura..Al fin y al cabo, en aquellos momentos, lo que menos tenía era hambre..No sé por qué sencilla razón no lo hice..El caso es que a las cuatro o cinco horas me entraron unas ganas de comer tremendas, y eché mano de aquel bocadillo que tantas veces estuve a punto de tirar..Al desenvolver el papel de aluminio, encontré una nota escrita sobre un papel cuadriculado. “Te quiero” decía..Aquella nota hizo que aquellos lazos quedaran atados durante otros cuatro meses..

3 comentarios:

  1. Este es precioso, Paraíso... Pero no me gusta el título. No todo iban a ser alabanzas ¿no? Je,je. Te sigo leyendo todos los días, que lo sepas. Un besico.

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  2. Y toda la razón que tienes!! Me alegro de que visites el paraiso..

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  3. Totalmente de acuerdo...es precioso el post!
    ¿Quién tiene la certeza de que las cosas van a seguir así, y que por un tiempo, nada va a cambiar y podrás seguir sonriendo? Me gusta lo de la notita :D
    Besitos.

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