domingo, mayo 21, 2006

Nora

Nora trabajaba como camarera de un bar al que fuimos por primera vez..En el buen rato que estuvimos nos atendió con una amabilidad exquisita, y en ese tiempo nos sorprendimos mirándonos dos o tres veces..Tras varias consumiciones, abandoné aquel lugar y me fui con la música a otra parte..Los rumbos y las casualidades que hacen que las noches sean como son quisieron que volviéramos a su bar horas después, ya casi al final de la noche..Y allí nos volvimos a ver..Esta vez cruzamos alguna palabra más que hacía unas horas..Y entre sus palabras, su delicadeza y su ternura, llegó la hora de cerrar el bar..Para ese instante apenas estábamos ocho o diez personas..Quiso el destino que en un momento dado nos cruzáramos los dos solos y sin mediar palabra, fueran nuestras miradas las que se hablaran..Y precisamente fueron ellas las que quedaron en esperarse a la salida..Y así fue..Cerraron el bar, nos despedimos del resto de la gente y nos fuimos los dos solos.. “Mi nombre es Nora” me dijo..Yo le dije el mío..Nos fuimos a tomar una copa a otro bar próximo al suyo..Pedimos, decidimos sentarnos y comenzamos a charlar..Hablamos de un montón de cosas..De nuestras historias pasadas, sobretodo la suya..De su dulzura, de nuestros corazones y de nuestros sueños..De música, de sus actores favoritos y de sitios para comer en nuestra humilde ciudad..A mi me alucinaba verme haciendo planes con alguien a quien conocía desde hacía tres horas.. “Ya verás, tenemos que ir a ese sitio..” me decía..Me parecía increíble..Recuerdo mi sensación de disfrutar de la conversación y de entendernos de sobra..Me sentía realmente a gusto estando tan cerca de ella y ambos coincidíamos en lo maravilloso que era sentirse de aquel modo con un recién conocido..Llegó el momento de irnos. De camino a casa, y mientras hacían acto de presencia los primeros rayos de la mañana, me invitó, haciendo gala una vez más de tan inusual gentileza, a anotar su número de teléfono..Llegamos a su portal, nos dimos un par de besos y nos quedamos mirando..Mi deseo por poner un broche de oro perfecto a tan increíble noche me llevó a pedirle un beso más..Se rió y salió del apuro con un “llámame mañana” tan dulce como ella..

2 comentarios:

  1. Que bonito. Así me sentí yo un 16 de septiembre de 2004. En mi historia no hubo telefonos pero a los dos dias volvimos a coincidir y desde entonces nuestros corazones caminaron juntos algo mas de un año. Gracias por hacerme recordar ese bello día.

    Te deseo suerte.

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  2. Anónimo2:21 p. m.

    Ya me contarás.... me encanta leerte, y ojalá puedas dejar de echar de menos besos anteriores y disfrutar de los presentes.

    Un besazo muy fuerte.

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